07 noviembre 2007

Según una investigación comunitaria los alimentos orgánicos son mejores y más sanos

Un proyecto europeo ha hallado que algunos alimentos orgánicos, como las frutas, las verduras y la leche, podrían ser más nutritivos que otros alimentos no orgánicos y que podrían contener altas concentraciones de antioxidantes que, según se cree, podrían menguar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas o cáncer.

Los primeros resultados del proyecto Quality Low Input Food (QLIF) demostraron que las frutas y las verduras orgánicas contenían hasta un 40% más de antioxidantes que otros cultivos no orgánicos. Y aún mayor son los contrastes que se hallaron con respecto a la leche, con variedades orgánicas que contienen hasta un 60% más de antioxidantes y ácidos grasos beneficiosos para la salud.

El coordinador del proyecto, el profesor Carlo Leifert de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), ha anunciado a la prensa los hallazgos del proyecto de investigación más grande llevado a cabo jamás sobre los beneficios de los cultivos y los alimentos orgánicos. Señaló que los resultados sugerían que comer alimentos orgánicos era equivalente a comer una porción extra de frutas y verduras al día.

«Hoy en día hay suficientes pruebas que indican que el nivel de elementos saludables es mejor en los productos orgánicos. Por tanto, instamos a la FSA [Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido] a que reconozca y admita públicamente los beneficios nutritivos de los alimentos orgánicos producidos a través de sistemas de agricultura ecológica bien gestionados», sostuvo el profesor Leifert.

Como parte de este proyecto, que tiene una duración de cuatro años, investigadores de la Universidad de Newcastle criaron ganado y cultivaron frutas y verduras, entre ellas repollo, lechuga, zanahoria, patata y trigo, en tierras de cultivo orgánico y no orgánico en toda Europa. Luego compararon factores como el sabor y la calidad nutritiva.

Los hallazgos del proyecto contradicen el consejo de la Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido (FSA), que indica: «Los consumidores también pueden optar por comprar alimentos orgánicos por creer que son más seguros y más nutritivos que otros alimentos. No obstante, el balance de las pruebas científicas existentes no apoyan esta opinión.»

El proyecto comenzó en marzo de 2004 y recibe una subvención de dieciocho millones de euros dentro del tema «Calidad y seguridad de los alimentos» del Sexto Programa Marco (6PM). El consorcio del proyecto está formado por alrededor de 31 centros de investigación, empresas y universidades de Europa y del resto del mundo. Su objetivo común es aumentar el valor tanto para los consumidores como para los productores que utilizan un planteamiento «del consumidor al productor».

El profesor Leifert afirmó que ahora él y su equipo desean explorar los mecanismos subyacentes por los cuales los métodos utilizados en los cultivos orgánicos, en oposición a aquellos utilizados en los cultivos inorgánicos conducen a concentraciones tan altas de nutrientes beneficiosos para la salud.

Un portavoz de la Soil Association informó a la prensa que los hallazgos del proyecto demostraron que la FSA debería cambiar su postura y que esto podría ser el inicio de un cambio importante respecto de lo que compran los consumidores.

Según estudios de mercado, los consumidores europeos desean comprar alimentos sabrosos, seguros, asequibles y nutritivos que no dañen el medio ambiente. La agricultura de bajos insumos («low input»), cuyo objetivo es evitar el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos, podría responder a la demanda de los consumidores.

Se espera que los resultados finales del proyecto se publiquen en una revista arbitrada en el curso de los próximos doce meses.

Para obtener más información, visite:
http://www.qlif.org
http://www.soilassociation.org
http://ec.europa.eu/agriculture/qual/organic/index_en.htm

Noticia de http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=28607 <http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=28607>

Saludos, Isidre Martínez

21 abril 2007

Un nuevo estudio revela signos de toxicidad en un maíz transgénico, el Mon 863, aprobado para consumo humano



Greenpeace exige la retirada inmediata de los productos transgénicos de alto riesgo
14 marzo 2007

Un grupo de expertos del departamento de ingeniería genética de la Universidad de Caen, Francia, ha presentado un nuevo estudio, en el que se demuestra que las ratas de laboratorio alimentadas con un maíz modificado genéticamente (MG) producido por Monsanto, empresa biotecnológica, han mostrado signos de toxicidad en el riñón y en el hígado (1).

Es la primera vez que un producto transgénico, que ha sido aprobado para consumo humano y animal, ha mostrado evidencias científicas de efectos tóxicos en órganos internos.El estudio, publicado hoy en la revista científica “Archives of Environmental Contamination and Toxicology”, analiza los resultados de las pruebas de seguridad presentados por Monsanto a la Comisión Europea para obtener la autorización de comercialización en la UE para su variedad de maíz transgénico, MON 863 (2).
Los datos muestran que el MON863 tiene asociados riesgos significativos para la salud; sin embargo, la Comisión Europea concedió licencias para comercializar este maíz tanto para el consumo humano como para el consumo animal (3).
En España, como en toda la Unión Europea, se permite su consumo humano y en piensos animales.Las evidencias incriminatorias fueron obtenidas por Greenpeace después de un caso judicial (4), y enviadas para ser evaluadas por este equipo de expertos encabezados por el Profesor Gilles Eric Séralini, un experto gubernamental en la tecnología de ingeniería genética de la Universidad de Caen (5).
En una rueda de prensa conjunta con Greenpeace, el Profesor Serálini afirmó que “los análisis de Monsanto no pasarían un examen riguroso - para empezar, sus protocolos estadísticos son altamente cuestionables. Peor aún, la empresa omitió llevar a cabo un estudio de las diferencias del peso de los animales y además, datos cruciales de los análisis de orina se ocultaron en las propias publicaciones de la empresa".
Greenpeace exige la retirada inmediata y completa del maíz MON863 de Monsanto del mercado global y hace un llamamiento a los gobiernos para que emprendan una reevaluación urgente de todos los otros productos transgénicos aprobados, y una revisión estricta de los métodos de análisis actuales.“Esta es la gota que colma el vaso de la credibilidad del actual sistema de autorización de los productos transgénicos.
Ahora se sabe que un sistema diseñado para proteger la salud humana y animal ha permitido que un producto de alto riesgo se esté comercializando, a pesar de las claras evidencias de sus peligros. Por tanto, necesitamos comenzar a revisar cuidadosamente todos los productos transgénicos presentes en el mercado, y abortar inmediatamente este defectuoso procedimiento de aprobación”, ha declarado Juan Felipe Carrasco, responsable de la Campaña contra los Transgénicos de Greenpeace.
Los datos en cuestión han sido objeto de un fuerte debate desde 2003, cuando se identificaron cambios significativos en la sangre de animales alimentados con MON863. El maíz MON863 fue aprobado por la Comisión Europea a pesar de la oposición de la mayoría de los Estados miembros, los cuales expresaron su preocupación acerca de la seguridad de este maíz. El Profesor Séralini confirma científicamente estas preocupaciones. Tal y como afirma el estudio, “con los datos actuales, no se puede concluir que el maíz transgénico MON863 sea un producto seguro”. Sin embargo, el MON863 ha sido autorizado para los mercados de Australia, Canadá, China, Japón, México, Filipinas y EE.UU., además de la UE.
“Es un alerta de emergencia internacional que requiere una respuesta global”, ha concluido Carrasco. “Sólo una retirada completa de este maíz en todos los mercados podría controlar los posibles daños.”Notas1.
El artículo está publicado online (www.springerlink.com/content/1432-0703) por la revista científica Archives of Environmental Contamination and Toxicology; y será impreso en mayo. Aquí encontrará un resumen de Greenpeace, pdf 2. El maíz MON863 produce un nuevo insecticida llamado “Cry3Bb1 modificado” que es capaz de matar un insecto del suelo (Diabrotica virgifera).
Este maíz transgénico también contiene un gen que codifica una resistencia a antibióticos.3. La Comisión Europea concedió la licencia para emplear el MON 863 en piensos en agosto de 2005, y posteriormente lo aprobó para consumo humano en enero de 2006.4. Para más detalles consulte el informe de Greenpeace (en inglés): “El caso MON863 – crónica de una decepción sistemática”5. El equipo de análisis, encabezado por el Profesor Séralini de la Universidad de Caen, incluye expertos de la organización científica e independiente francesa CRIIGEN.
— Greenpeace

13 marzo 2007

El Parlamento Europeo aprueba un documento para mejorar la información y

El Parlamento Europeo aprueba un documento para mejorar la información y protección sobre los productos ecológicosMadrid, 9 mar (Europa Press).-

La Comisión de Agricultura del ParlamentoEuropeo ha aprobado un Informe para definir su posición respecto a lacertificación y etiquetado de los productos ecológicos, cuya demanda haaumentado considerablemente en los últimos años, y con ella los problemasrelativos al correcto etiquetado de los alimentos procedentes de la agricultura ecológica. El documento pretende mejorar la información sobreestos productos y aumentar la protección de los consumidores. Según la Eurocámara, para que un producto pueda ser considerado ecológicono puede haber sido manipulado genéticamente, aunque las normas permitenque se etiquete como tal, siempre que su contaminación no supere el 0,9%.El texto presentado ayer en el Parlamento Europeo insta a los Estadosmiembros a adoptar medidas encaminadas a evitar cualquier tipo decontaminación. Además, solicita que ni en la agricultura ecológica ni enla medicina veterinaria puedan usarse productos obtenidos mediante lamanipulación genética, e insiste en la necesidad de reforzar la regulacióndel etiquetado para prevenir irregularidades.Según el Informe, las etiquetas de los productos deberían permitir latrazabilidad del producto e incluir el logotipo europeo que distingue a los alimentos que contienen un 95% de componentes orgánicos, conindependencia del uso de otros sellos privados.Asimismo, el Parlamento Europeo considera que la normativa debería abarcartanto las condiciones de producción de los alimentos ecológicos como lasde almacenaje.Según datos del Parlamento Europeo, el 3,6% de la superficie agrícola dela Unión Europea está dedicada a los cultivos ecológicos, proporción queaumenta un 30% cada año.

16 febrero 2007

Transporte de alimentos y Consumidores ecológicos

En 1992, la doctora Stefanie Liesa Böge, del prestigioso Wuppertal Institut, publicó un estudio en el que calculaba los kilómetros que recorrían ciertos... ingredientes hasta acabar convertidos en un yogur de fresa dispuesto a ser ingerido por un consumidor alemán. Así, hizo las cuentas de las distancias recorridas por la materia alimenticia prima (la leche, las fresas) y a ellas sumó los kilómetros cubiertos por los materiales empleados en la fabricación del recipiente. El resultado fue... 3.500 (según el informe «Factor 4», de Von Weizsäcker y Lovins, «los alemanes consumen anualmente cerca de 3.000 millones de yogures de fresa»). Una década después, la organización ecologista Friends of the Earth señalaba en uno de sus informes que, mientras Gran Bretaña importa anualmente 61.400 toneladas de carne de pollo de Holanda, exporta cada año 33.100 toneladas de carne de pollo a... Holanda. Es uno de los ejemplos (otro) de la muy «moderna» organización mundial del comercio. Los sinsentidos del modelo alimentario vigente son un sinfín. Y sus consecuencias, también. Según la Comisión Europea, cada año mueren prematuramente más de 300.000 ciudadanos del Viejo Continente como consecuencia de la contaminación atmosférica derivada del tráfi co rodado, esa fuente de CO2 y cambio climático que no parece hallar coto a sus desmanes. Contra ese modelo y sus efectos (invernadero, por ejemplo), están surgiendo en toda Europa (en España también) decenas de asociaciones que abogan por el consumo de alimentos ecológicos (los frutos de los cultivos en que no se emplean abonos ni biocidas químicos de síntesis) de origen local.

06 febrero 2007

Un millón de europeos piden el etiquetado de los transgénicos

Bruselas, Bélgica ? Greenpeace ha entregado hoy a Markos Kyprianou, comisario europeo de Sanidad y Protección de los Consumidores, 1.000.000 de firmas de ciudadanos que piden el etiquetado de leche, carne, huevos y demás productos derivados de animales que han sido alimentados con organismos modificados genéticamente (OMG). Greenpeace ha recogido estas firmas en 21 estados miembro de la UE entre mayo de 2005 y diciembre de 2006; de Irlanda a Polonia y de Finlandia a Grecia, los ciudadanos exigen de esta forma el derecho a saber si los alimentos que compran se han producido a partir de OMG.

La participación pública en los procesos de decisión es una piedra angular de la propuesta de constitución de la UE que está intentando revitalizar la presidencia alemana. Otorga a la sociedad civil el derecho a exigir que se legisle en base a los principios fundamentales que aparecen en la Constitución, entre los cuales se encuentra el derecho a la información y a la libertad de expresión (nota 1).
En la declaración firmada por los ciudadanos se lee: ?Exigimos el etiquetado obligatorio de los productos que provienen de animales alimentados con OMG. El derecho a la información es un derecho fundamental en la Unión Europea.?. Según las últimas encuestas, la mayoría de los consumidores no quiere comer productos provenientes de animales alimentados con transgénicos.
Una grave trampa en la legislación europea exime a los productos derivados de animales de ser etiquetados: alimentos como los aceites, salsas o galletas tienen que ser etiquetados si los ingredientes tienen un contenido en transgénicos igual o superior a 0,9%. Lo mismo ocurre con los piensos para animales. Sin embargo, la norma europea no obliga a etiquetar los productos alimentarios derivados de animales alimentados con OMG ? carne, leche, huevos o sus derivados-.
?Se trata de un llamamiento a la UE para que impida que los transgénicos entren en la UE por la puerta de atrás y terminen en nuestros platos?, ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace. ?Con esta entrega de firmas al Comisario Kyprianou, exigimos a la Comisión Europea que garantice a la ciudadanía el derecho a elegir si quiere o no alimentarse con productos derivados de animales alimentados con transgénicos.?Más del 90% de las cosechas transgénicas importadas por la UE corresponden a soja y maíz destinados a la fabricación de piensos para la ganadería.
Esto significa que están entrando todos los años en la cadena alimentaria de los ciudadanos de la UE unos 20 millones de toneladas de transgénicos sin que los consumidores sean informados de ello.?Con la legislación actual, la única opción que tienen los consumidores es comer alimentos producidos a partir de transgénicos?, ha recordado Juan-Felipe Carrasco. ?Es fundamental retirar los OMG de la cadena alimentaria en Europa pues suponen una grave amenaza para la biodiversidad y la salud?.
NOTAS:Greenpeace ha entregado las firmas al Comisario Mr Kyprianou a las 11.45 en la esquina VIP de la sala de prensa de la Comisión. A partir de las 11.30 se realizará una actividad a la salida del Berlaymont.1. Según el artículo I-47(4) de la propuesta de Tratado Constitucional de la UE: " Un grupo de al menos un millón de ciudadanos de la Unión, que sean nacionales de un número significativo de Estados miembros, podrá tomar la iniciativa de invitar a la Comisión, en el marco de sus atribuciones, a que presente una propuesta adecuada sobre cuestiones que estos ciudadanos estimen que requiere un acto jurídico de la Unión para los fines de la aplicación de la Constitución...?.

27 enero 2007

Pesticidas hasta en la placenta

Investigadores andaluces detectan pesticidas en el tejido placentario de mujeres del sur de España y los asocian a malformaciones urogenitales en los bebés
DAVID SEGARRA - Barcelona - 23/01/2007


Los agricultores echan pesticidas a las verduras. La gente los ingiere con la comida. Y los científicos van siguiendo su rastro en los más insólitos compartimentos del cuerpo humano. Recientemente, un equipo del Hospital Universitario San Cecilio, en Granada, ha analizado el contenido de 150 placentas de mujeres que han dado a luz y que viven en el sur de España, una zona que contiene la mayor concentración de invernaderos agrícolas de Europa, según destacan los autores. Los resultados obtenidos indican que cada placenta contiene al menos ocho tipos de pesticidas diferentes.

Se encontraron trazas de endosulfandiol y de lindano en más del 75% de las muestras. La exposición fetal a sustancias químicas ocasiona daños en el cerebro en desarrollo.
El más frecuente es un metabolito del DDT, el p,p-DDE, que está presente en el 96% de las placentas analizadas. Se trata de algo sorprendente, al menos en apariencia, ya que hace décadas que el uso del DDT está prohibido en España.
Otros pesticidas muy frecuentes son el endosulfan-diol y el lindano, presentes respectivamente en el 77% y el 74% de las muestras.

Los autores del estudio han podido establecer diversos efectos de la exposición prenatal a los plaguicidas organoclorados. En primer lugar, la presencia de mayor cantidad de pesticidas está asociada a un menor peso del bebé en el nacimiento, según el artículo publicado en la revista inglesa Placenta el pasado mes de noviembre. Por otra parte, "las madres cuyas placentas presentan una mayor actividad biológica debido al efecto combinado de los pesticidas contaminantes -el llamado efecto cóctel- tienen mayor riesgo de dar a luz hijos que presentan anomalías en el desarrollo del testículo (criptorquidia) o del pene (hipospadias)", según detalla Nicolás Olea, responsable del estudio. Este segundo resultado será publicado próximamente en la revista Environmental Health Perspectives.

Estos son algunos de los efectos de los pesticidas en la salud infantil, pero hay muchos más. Según un reciente informe publicado en la revista The Lancet, la exposición fetal a productos químicos ocasiona daños en el cerebro en desarrollo y puede producir diversos desórdenes neurológicos, entre ellos, retraso mental.

El informe incluye una larga lista de evidencias de los efectos adversos que los pesticidas tienen sobre la salud infantil. Algunos de los trastornos citados más veces en la literatura internacional son problemas en la memoria y en la coordinación, menor velocidad de respuesta y dificultades en la atención de los niños. Se trata de problemas que han podido ser documentados en multitud de lugares, desde las comunidades agrícolas de Estados Unidos a niños ecuatorianos cuyas madres trabajan en invernaderos.

Los científicos granadinos han podido determinar también que las mayores concentraciones del pesticida endosulfán en la placenta se dan en mujeres de mayor índice de masa corporal.

En opinión de Nicolás Olea, responsable del estudio, "la demostración de la presencia de endosulfán en placenta es de gran interés, ya que durante los últimos años se está procediendo a la prohibición del uso de este insecticida en muchos países europeos debido a su toxicidad y bioacumulación. Desgraciadamente, en España ese proceso de restricción se está dilatando mucho en el tiempo". El resultado es que aquí se sigue usando un producto que está siendo eliminado en los países de nuestro entorno.

Pero no solamente las mujeres se ven afectadas por la exposición a los pesticidas. Otro estudio, también desarrollado en la Universidad de Granada, acaba de ser publicado en la revista Environmental Research bajo el título 'Exposición de hombres jóvenes a pesticidas organoclorados en el sur de España'. En esta ocasión se ha analizado la sangre de 220 hombres y se han encontrado diversos compuestos, como metabolitos del DDT y endosulfán en la mayoría de ellos. Muchos de estos compuestos tienen actividad estrogénica y antiandrogénica.

¿Qué efectos puede tener esto sobre la salud? Los expertos aseguran que es difícil predecirlo, sobre todo cuando se tiene en cuenta que la información disponible está limitada al estudio toxicológico individual de cada compuesto químico. "La pregunta que todos nos hacemos es: ¿cuál es el efecto combinado de múltiples compuestos actuando a través de mecanismos comunes? Tan sólo el seguimiento de estos individuos nos puede proporcionar la información requerida", asegura Olea. Según este autor, la reciente constitución del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Epidemiología por el Instituto de Salud Carlos III puede ser de gran ayuda al unir la experiencia de profesionales con conocimientos muy diversos.

20 enero 2007

Ruiz-Gallardón inagura el primer mercado ecológico en Madrid

La alimentación sana tiene ya espacio propio en Madrid en el Mercado Municipal de Las Ventas, que dedica su tercera planta a la exposición, degustación y venta de productos ecológicos certificados y que fue visitada ayer por el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón.
Las Ventas se ha convertido, tras la remodelación, en un espacio único en Europa y en la piedra angular de los mercados madrileños, con tres mil quinientos metros cuadrados dedicados a la formación del consumidor en agricultura y ganadería ecológica , señaló el alcalde.
Ruiz-Gallardón incidió en que la falta de expansión de los productos biológicos se debe a la insuficiente información que recibe el consumidor de los beneficios del consumo ecológico .En esta línea, afirmó que el mercado ecológico de Las Ventas va a permitir resolver la paradoja existente entre la consolidación de la producción ecológica en España, que se sitúa entre los primeros puestos de Europa, y el hecho de que seamos el último de los países de la Unión en el consumo de dichos productos .
El escaso consumo de productos ecológicos se debe fundamentalmente a problemas de precio y de distribución, explicó Ruiz-Gallardón, pero estas dificultades se solucionan en el Mercado de Ventas mediante la mayor transparencia que proporciona la concentración de productos en un espacio único, y la cercanía al consumidor que un mercado municipal garantiza .
El mercado de Las Ventas está originalmente compartimentado, y dotado con un espacio ferial, un supermercado, zona de restaurante y un ámbito de divulgación y educación sobre la sostenibilidad.Estas nuevas dotaciones complementan la oferta tradicional de un mercado eficazmente gestionado por unos comerciantes suyo compromiso ambiental y el nivel de exigencia ha sido ya reconocido con el Premio EMAS de la Unión Europea , apuntó.
El edificio que hoy alberga el mercado de Las Ventas, en el Barrio de la Concepción es, entre los 46 mercados que actualmente prestan servicio en Madrid, el más reciente, ya que se construyó en 1995.Sin embargo una buena parte de sus comerciantes proceden del antiguo mercado de Canillas, fundado en los años cuarenta y un referente durante décadas de la actividad comercial, económica y social de Ciudad Lineal, que cobró aún mas fuerza con su traslado a las instalaciones que hoy visitó el alcalde.
Cuando el Ayuntamiento inició su estudio comprobó la buena situación de este mercado en todos los aspectos: localización, acceso, estado físico, atracción, penetración y posicionamiento comercial y centró su mejora en la integración en el cristalizado de su tercera planta y en la inclusión de las actividades centradas en el producto ecológico.
La mejora del mercado de Ventas se incluye dentro del Plan de Transformación y Modernización de los Mercados de Madrid que está llevando a cabo el Gobierno municipal para revitalizar los mercados de distrito y los centros comerciales de barrio.
Hasta el momento, el Ayuntamiento ha invertido 11,7 millones de euros en la mejora de los mercados en lo que va de legislatura, que junto a la partida que aporta la Comunidad de Madrid y otras entidades suman una inversión total próxima a los 40 millones en los últimos cuatro años.
Seguiremos esforzándonos por poner en valor la transformación de los mercados de Madrid y por afianzar la competitividad de nuestro comercio de proximidad, un sector con muchas ganas de innovar , indicó Ruiz-Gallardón.

Fuente: Ambientum

17 enero 2007

El 'boom' de las cooperativas de consumo

JOSE F. LEAL. JAIME VILLANUEVA


Es el consumo de alimentos ecológicos exclusivo de burgueses y adinerados? No. Los hay que no quieren o no pueden permitirse los prohibitivos productos con sello ecológico de los supermercados y aún así consiguen llevarse a la boca tomates y lechugas libres de esencias químicas por un precio razonable. A cambio, se organizan en cooperativas de consumo y asumen el trabajo de contactar con los productores y gestionar el reparto entre los miembros del grupo.
Cada vez son más en todo el Estado y están mejor engrasadas. Sus socios buscan comer sano pero consiguen algo más: revitalizan las huertas cercanas a sus ciudades, fomentan el consumo responsable y alimentan una cultura que se perdía, centrada en una mayor conciencia sobre lo que comemos, cómo y cuándo lo hacemos y de dónde viene.
Hablamos de Almocafre, en Córdoba, de La Ortiga en Sevilla, de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid, entre más de un centenar. Muchas de ellas se formaron en los años 90. Como Germinal, nacida en el barrio de Sants de Barcelona en 1993, que fue la primera catalana en constituirse. «Hoy hay más de 40 cooperativas sólo en Cataluña», apunta Ferrán Alejandre, su tesorero. El local de la barriada eminentemente obrera donde cada jueves hacen el reparto contrasta con el del potentado barrio de Sarriá y el del industrial pueblo de Rubí, donde estos años han surgido dos 'sucursales' de la cooperativa. En total, unas 130 unidades de consumo, a las que llaman familias, grupos de amigos, estudiantes y otros vecinos individuales que se agrupan para hacer un pedido semanal de entre 30 y 70 euros de media. Manejan unas 200 referencias, desde productos de huerta de temporada hasta cosméticos y jabón, pasando por el pan, aceite, legumbres o huevos que adquieren directamente a cerca de 30 proveedores. El único producto en el que de vez en cuando hacen ciertas excepciones es el tomate. «Somos catalanes y nos resulta muy difícil prescindir de él», apunta Alejandre.
En esencia, todas funcionan de manera muy similar: personas de un mismo barrio o ciudad forman grupos no muy numerosos organizados en torno a un pequeño local urbano donde reciben los alimentos directamente de los productores. Los miembros se reparten las tareas de comprar y gestionar los pedidos, de mantener el local, la contabilidad y los contactos con otros grupos afines. Pueden ser cooperativas o simples asociaciones. Las más grandes tienen algunos empleados y las hay, incluso, en las que los propios agricultores son socios de la cooperativa y participan en la toma de decisiones.
Consumo local
Creen las cooperativas que un producto no es ecológico si tiene que recorrer cientos de kilómetros hasta formar parte de su nevera. «¿Lo es un kiwi cultivado sin nitratos pero que procede de Nueva Zelanda o de California?», preguntan. El equilibrio es frágil y en cada movimiento se asume que puede darse una cuota de contradicción. Para evitarlas, a la hora de elegir sus proveedores priman, ante todo, la cercanía, el número de manos que 'tocan' cada artículo -cuantas menos, mejor- y la coherencia entre la explotación ecológica y las condiciones laborales de los trabajadores.
Aunque cada vez más agricultores se animan a plantar ecológico, es fácil que, cuando cogen cierto tamaño, el proceso de producción se aleje del original. Lo mismo sucede con las propias cooperativas, cuyo modelo asambleario a veces les sumerge en largos procesos de debate interno.
Por otro lado, son partidarias de la producción artesana y local, más que de los sellos certificadores. Según Carmen Casas, miembro de la cooperativa Almocafre del barrio cordobés de Vista Alegre, «el aval del CAE -el organismo regulador de los productos ecológicos- no siempre tiene el mismo sentido de lo ecológico que defendemos nosotros. Con nuestros proveedores nos movemos más por una relación de confianza».
Fuera de las grandes moles urbanas como Madrid, el País Vasco y Barcelona, es en Andalucía, el paraíso de la agricultura ecológica, donde más se ha desarrollado el cooperativismo. Desde su creación en 1994 en el entorno de Aedenat y el instituto de Estudios Campesinos de Córdoba, Almocrafe ha disparado su tamaño y modificado su modelo de gestión. Hoy dispone de un local de 110 metros cuadrados en el que trabajan tres personas y vende al público más de 1.200 referencias. En temporada, las cebollas pueden encontrarse aquí a 0,90 euros el kilo y los tomates, hasta a 0,87 euros. Incluso en invierno consiguen buenos precios gracias a los microclimas de diferentes zonas cercanas. «Aquí se producen pimientos rojos todo el año», asegura Carmen.
Los 210 socios pagan cada año 37 euros y a cambio obtienen descuentos del 5%. Almocrafe se surte tanto de los pequeños productores periurbanos como de grandes proveedores como Gumendi o Ecomediterránea. «Aplicamos márgenes de hasta un 20% sólo para mantenimiento. Si hay beneficios, se reinvierten, y si hay excedentes de producto, se intercambian con otras cooperativas como La Ortiga de Sevilla», añade Carmen. El grupo colabora con las instituciones locales por medio de charlas en colegios, la creación de un banco de semillas y en ferias.
Pero no todas las cooperativas han logrado aún este desarrollo. En Cartagena, entre campos de golf e invernaderos nació hace un año la asociación Ecomur. Las 50 familias que la forman se encuentran con la paradoja de comprobar cómo miles de toneladas de frutas y hortalizas con el sello ecológico salen cada día del puerto de su ciudad en dirección a Alemania, donde triplican su valor. «Apenas trabajamos con tres agricultores locales. Aquí todo se exporta, hace falta más variedad y demanda», señala Ricardo Fresno, uno de los fundadores.
Y es que el tamaño importa a la hora de negociar precios y conseguir el favor de los productores. Los miembros Karakoleka, un grupo de consumo con sede en el centro social La Escalera Karakola de Madrid, de 40 unidades, se abastece principalmente de hortalizas de la comarca de La Vera, Cáceres. Pero para completar la cesta se une a otros ocho grupos de diferentes barrios de la capital en la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid. Juntos negocian, por ejemplo, la compra de leche a un productor cántabro o el aceite a una almazara de Toledo. «Nos gusta tratar con pocos proveedores, pero de confianza», afirma José Miguel Lorenzo, miembro de Karakoleka. «Tenemos cierto grado de tolerancia respecto al aspecto de los alimentos que recibimos. No nos importa si las verduras vienen con algún caracolillo o si la fruta no es perfecta; sabemos que el cultivo ecológico tiene mermas, además de la dependencia de la climatología y del medio».
La formación de grupos de consumo ha favorecido una industria de baja intensidad o de subsistencia en los alrededores de las grandes ciudades, un tejido en ocasiones precario y amenazado por la expansión urbanística. Para las cooperativas, la colaboración de las instituciones es posible si éstas favorecieran los menús ecológicos en los colegios o en residencias para mayores, por ejemplo. Lo ecológico es caro porque es escaso, pero la eliminación de intermediarios y una apuesta oficial decidida abaratarían los precios.
LAS REGLAS DE LA AUTOGESTIÓN
- Comercio justo. La autoorganización y el control del suministro alejan a las cooperativas del ciclo pernicioso del mercado de los alimentos, como la especulación con los precios y la globalización, es decir, recrudecimiento de las desigualdades y explotación de menores y mujeres.
- Cooperación. Una coordinadora de cooperativas de consumo engloba a 27 de los principales colectivos de todo el Estado. Andalucía, Cataluña y Madrid disponen de distintas redes de coordinación propia.
- Buenas prácticas. Los proveedores deben mantener la fertilidad de los suelos a largo plazo, reducir al mínimo el uso de energía fósil en la práctica agraria y proporcionar a los animales domésticos condiciones de vida dignas.
- Mercado. España es uno de los principales productores de alimentos ecológicos, pero la gran mayoría se exporta a países como Alemania o el Reino Unido donde triplican su valor.
- Concienciación. Asumen una labor de reeducación y difusión del consumo responsable, así como otros trabajos de barrio, bien mediante charlas en asociaciones de vecinos o colegios, como mediante actividades lúdicas o proyectos, como el banco de semillas.
- Contactar. La web de La Ortiga, 'www.laortiga.com', la cooperativa más antigua de Andalucía, y de la cordobesa Almocafre, 'www.almocafre.com', permiten ampliar información sobre los grupos de consumo ecológico. En Madrid, la tienda asociativa Asaltodemata ('www.asaltodemata.org') forma parte de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid. En Barcelona se puede contactar con la cooperativa germinal en: 'www.coopgerminal.org'.

El precio en origen del pimiento casi se ha triplicado desde la detección de partidas con plaguicida


La causa está en la caída de la oferta debido a que hay que certificar que la producción está 'limpia'

EUROPA PRESS ELMUNDO.ES

ALMERÍA.- El precio en origen del pimiento de la variedad california que se exporta desde Almería a los países de la Unión Europea casi se ha triplicado desde que el pasado 28 de diciembre el Gobierno alemán detectase partidas de este producto con plaguicida no autorizado.
Hace tres semanas el precio en las alhóndigas -centro donde se realizan las subastas- no superaba los 40 céntimos de euro por kilo, mientras que el lunes el precio se situó por encima de un euro por kilo, informó el secretario del sindicato agrario COAG en Almería, Andrés Góngora.
La causa de este espectacular incremento está en el descenso de la oferta de pimientos desde que se produjo la alarma el pasado mes de diciembre.
Varios empresarios del campo almeriense han explicado a elmundo.es que los centros exportadores aceptan sólo la producción de aquellos agricultores que tienen documentos que demuestran que los análisis realizados en sus fincas han sido negativos -sin plaguicidas-.
El problema está en que existen muy pocos centros de análisis en Almería y no dan abasto, con lo que muchos agricultores no pueden acreditar si su producción tiene plaguicidas o no.
En las tiendas no sube tanto
Los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) reflejan un incremento del 40% en el precio del pimiento verde en origen entre la última semana de 2006 y la primera de 2007.
Así del 25 al 29 de diciembre el kilo de este producto se vendió a 0,71 céntimos de euro, mientras que en la semana del 2 al 5 de enero se estableció en un euro.
Sin embargo, el precio del pimiento california en las tiendas no ha reflejado aún estos incrementos y ha experimentado una subida de alrededor del 2%.
Desde Coexphal -Asociación de Empresas Comercializadoras y Exportadoras de Almería- explicaron que el que el precio en destino no refleje el incremento del precio en origen, se debe a los acuerdos comerciales entre exportadoras y cadenas de distribución europeas que pactan precios al inicio de la campaña agrícola. Estos acuerdos se revisan con una periodicidad que va desde los 15 días al trimestre.