05 abril 2009

Un estudio de la Universidad de Barcelona confirma que el consumo de vino ecológico retrasa el crecimiento de los tumores

Vino es salud.
Lo han dicho muchas veces los enólogos y los bodegueros. Quien ahora ratifica los efectos beneficiosos que puede tener el vino sobre el control de determinadas enfermedades es un estudio realizado por el equipo de Investigadores de Bioquímica y Biología Molecular del Cáncer de la Universidad de Barcelona que, tras la primera fase de experimentación, concluye que la administración a animales a través de la bebida de vino, concretamente el tinto ecológico Volvoreta, producido en la bodega Nuntia Vini de la Denominación de Origen Toro (Zamora), "previene la aparición de tumores inducidos químicamente".

El estudio va incluso más allá y señala que cuando los animales con cáncer recibieron la administración de un concentrado de ese caldo ecológico el tumor "experimentó un menor crecimiento", lo que supone que se le atribuye "un carácter paliativo".

La investigación, de carácter pionero y dirigida por el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Josep M. Argiles, forma parte de un proyecto que analiza "La importancia del consumo moderado de vino en la prevención del desgaste muscular asociado al cáncer".

Según explicaron fuentes de la bodega, el director de la investigación se dirigió a ellos hace un año para pedir su colaboración, que no ha sido otra que ofrecer una muestra de sus vinos tintos. El objetivo era entonces evaluar "los niveles de resveratrol y demás componentes beneficiosos en el vino, y la observación de su potencial profiláctico".

El informe realizado por Argiles señala que la administración de vino Volvoreta a animales de laboratorio a los que se provocaron tumores de manera intencionada actúa sobre las células enfermas provocando su muerte, a través de un proceso denominado apoptosis.

Cuando una célula muere por apoptosis "empaqueta su contenido", lo que evita que se produzca una respuesta inflamatoria característica de la muerte accidental o necrosis. En lugar de hincharse y reventar, las células se encogen y se fragmentan, de manera que pueden ser fagocitadas y sus componentes reutilizados por células de tejido adyacente.

De momento, los resultados de la investigación sólo se pueden asociar a los animales a los que se ha hecho enfermar de manera intencionada. Sería prematuro poder decir que el efecto del vino en humanos es igual.

Fuentes de Nuntia Vini reconocieron que en el estudio han intervenido también otros vinos, aunque los resultados con Volvoreta han sido superiores.

La bodega, añadieron las mismas fuentes, cuenta con resultados de otros laboratorios que avalan el "alto contenido de sus vinos en compuestos fenólicos", algunos de los cuales disminuyen su concentración durante el envejecimiento.
J.L.Cabrero - el Mundo.es

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