Documentos filtrados muestran que se quiere evitar investigarlos
Fuente: Greenpeace. 27 noviembre 2008
La Unión Europea, a iniciativa de la presidencia francesa, está revisando el proceso para evaluar los riesgos de la introducción de cultivos y alimentos transgénicos. En el seno de estas discusiones, el Gobierno español intenta bloquear la evaluación de los riesgos socioeconómicos. De los 27 estados de la Unión, España es el único país que los cultiva a gran escala.
Andoni Garcia, miembro de la ejecutiva de COAG afirmó: “No podemos tolerar que el Gobierno intente que los impactos para la sociedad y para la economía agraria sean obviados en el proceso de aprobación de transgénicos”.
España cultivó en 2008 más de 80.000 hectáreas de un maíz transgénico, a pesar de que ha sido prohibido en varios países de la UE basándose en evidencias científicas que muestran sus impactos ambientales y por la imposibilidad de proteger a la agricultura ecológica y convencional de la contaminación, así como por la falta de estudios sobre sus impactos sobre la salud.
Cabe recordar que lo que la UE pretende es incorporar también al proceso de aprobación los beneficios de los transgénicos. Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace ha afirmado “que el gobierno del único país que cultiva transgénicos en Europa quiera ocultar sus impactos da mucho que pensar sobre lo que se quiere ocultar.” y se ha preguntado si “España, contrariamente a lo que afirma por todos los medios a su alcance, no sabrá perfectamente que no puede demostrar ningún beneficio de estos cultivos”.
De forma paralela, PSOE y PP bloquearon ayer en el Congreso una iniciativa para declarar España como territorio libre de transgénicos, evidenciando su apoyo a las multinacionales que dominan este sector.
“Es bochornoso que además de ocultar a la UE los graves impactos de los transgénicos y la falta total de beneficios, se defienda su cultivo en España en contra de la opinión mayoritaria de la sociedad”, ha concluido David Sánchez, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra.
Andoni Garcia, miembro de la ejecutiva de COAG afirmó: “No podemos tolerar que el Gobierno intente que los impactos para la sociedad y para la economía agraria sean obviados en el proceso de aprobación de transgénicos”.
España cultivó en 2008 más de 80.000 hectáreas de un maíz transgénico, a pesar de que ha sido prohibido en varios países de la UE basándose en evidencias científicas que muestran sus impactos ambientales y por la imposibilidad de proteger a la agricultura ecológica y convencional de la contaminación, así como por la falta de estudios sobre sus impactos sobre la salud.
Cabe recordar que lo que la UE pretende es incorporar también al proceso de aprobación los beneficios de los transgénicos. Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace ha afirmado “que el gobierno del único país que cultiva transgénicos en Europa quiera ocultar sus impactos da mucho que pensar sobre lo que se quiere ocultar.” y se ha preguntado si “España, contrariamente a lo que afirma por todos los medios a su alcance, no sabrá perfectamente que no puede demostrar ningún beneficio de estos cultivos”.
De forma paralela, PSOE y PP bloquearon ayer en el Congreso una iniciativa para declarar España como territorio libre de transgénicos, evidenciando su apoyo a las multinacionales que dominan este sector.
“Es bochornoso que además de ocultar a la UE los graves impactos de los transgénicos y la falta total de beneficios, se defienda su cultivo en España en contra de la opinión mayoritaria de la sociedad”, ha concluido David Sánchez, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra.
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