La Comisión de Agricultura del ParlamentoEuropeo ha aprobado un Informe para definir su posición respecto a lacertificación y etiquetado de los productos ecológicos, cuya demanda haaumentado considerablemente en los últimos años, y con ella los problemasrelativos al correcto etiquetado de los alimentos procedentes de la agricultura ecológica. El documento pretende mejorar la información sobreestos productos y aumentar la protección de los consumidores. Según la Eurocámara, para que un producto pueda ser considerado ecológicono puede haber sido manipulado genéticamente, aunque las normas permitenque se etiquete como tal, siempre que su contaminación no supere el 0,9%.El texto presentado ayer en el Parlamento Europeo insta a los Estadosmiembros a adoptar medidas encaminadas a evitar cualquier tipo decontaminación. Además, solicita que ni en la agricultura ecológica ni enla medicina veterinaria puedan usarse productos obtenidos mediante lamanipulación genética, e insiste en la necesidad de reforzar la regulacióndel etiquetado para prevenir irregularidades.Según el Informe, las etiquetas de los productos deberían permitir latrazabilidad del producto e incluir el logotipo europeo que distingue a los alimentos que contienen un 95% de componentes orgánicos, conindependencia del uso de otros sellos privados.Asimismo, el Parlamento Europeo considera que la normativa debería abarcartanto las condiciones de producción de los alimentos ecológicos como lasde almacenaje.Según datos del Parlamento Europeo, el 3,6% de la superficie agrícola dela Unión Europea está dedicada a los cultivos ecológicos, proporción queaumenta un 30% cada año.
13 marzo 2007
El Parlamento Europeo aprueba un documento para mejorar la información y
El Parlamento Europeo aprueba un documento para mejorar la información y protección sobre los productos ecológicosMadrid, 9 mar (Europa Press).-
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Alimentación ecológica
16 febrero 2007
Transporte de alimentos y Consumidores ecológicos
En 1992, la doctora Stefanie Liesa Böge, del prestigioso Wuppertal Institut, publicó un estudio en el que calculaba los kilómetros que recorrían ciertos... ingredientes hasta acabar convertidos en un yogur de fresa dispuesto a ser ingerido por un consumidor alemán. Así, hizo las cuentas de las distancias recorridas por la materia alimenticia prima (la leche, las fresas) y a ellas sumó los kilómetros cubiertos por los materiales empleados en la fabricación del recipiente. El resultado fue... 3.500 (según el informe «Factor 4», de Von Weizsäcker y Lovins, «los alemanes consumen anualmente cerca de 3.000 millones de yogures de fresa»). Una década después, la organización ecologista Friends of the Earth señalaba en uno de sus informes que, mientras Gran Bretaña importa anualmente 61.400 toneladas de carne de pollo de Holanda, exporta cada año 33.100 toneladas de carne de pollo a... Holanda. Es uno de los ejemplos (otro) de la muy «moderna» organización mundial del comercio. Los sinsentidos del modelo alimentario vigente son un sinfín. Y sus consecuencias, también. Según la Comisión Europea, cada año mueren prematuramente más de 300.000 ciudadanos del Viejo Continente como consecuencia de la contaminación atmosférica derivada del tráfi co rodado, esa fuente de CO2 y cambio climático que no parece hallar coto a sus desmanes. Contra ese modelo y sus efectos (invernadero, por ejemplo), están surgiendo en toda Europa (en España también) decenas de asociaciones que abogan por el consumo de alimentos ecológicos (los frutos de los cultivos en que no se emplean abonos ni biocidas químicos de síntesis) de origen local.
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Cambio climático,
Consumo responsable
06 febrero 2007
Un millón de europeos piden el etiquetado de los transgénicos
Bruselas, Bélgica ? Greenpeace ha entregado hoy a Markos Kyprianou, comisario europeo de Sanidad y Protección de los Consumidores, 1.000.000 de firmas de ciudadanos que piden el etiquetado de leche, carne, huevos y demás productos derivados de animales que han sido alimentados con organismos modificados genéticamente (OMG). Greenpeace ha recogido estas firmas en 21 estados miembro de la UE entre mayo de 2005 y diciembre de 2006; de Irlanda a Polonia y de Finlandia a Grecia, los ciudadanos exigen de esta forma el derecho a saber si los alimentos que compran se han producido a partir de OMG.
La participación pública en los procesos de decisión es una piedra angular de la propuesta de constitución de la UE que está intentando revitalizar la presidencia alemana. Otorga a la sociedad civil el derecho a exigir que se legisle en base a los principios fundamentales que aparecen en la Constitución, entre los cuales se encuentra el derecho a la información y a la libertad de expresión (nota 1).
En la declaración firmada por los ciudadanos se lee: ?Exigimos el etiquetado obligatorio de los productos que provienen de animales alimentados con OMG. El derecho a la información es un derecho fundamental en la Unión Europea.?. Según las últimas encuestas, la mayoría de los consumidores no quiere comer productos provenientes de animales alimentados con transgénicos.
Una grave trampa en la legislación europea exime a los productos derivados de animales de ser etiquetados: alimentos como los aceites, salsas o galletas tienen que ser etiquetados si los ingredientes tienen un contenido en transgénicos igual o superior a 0,9%. Lo mismo ocurre con los piensos para animales. Sin embargo, la norma europea no obliga a etiquetar los productos alimentarios derivados de animales alimentados con OMG ? carne, leche, huevos o sus derivados-.
?Se trata de un llamamiento a la UE para que impida que los transgénicos entren en la UE por la puerta de atrás y terminen en nuestros platos?, ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace. ?Con esta entrega de firmas al Comisario Kyprianou, exigimos a la Comisión Europea que garantice a la ciudadanía el derecho a elegir si quiere o no alimentarse con productos derivados de animales alimentados con transgénicos.?Más del 90% de las cosechas transgénicas importadas por la UE corresponden a soja y maíz destinados a la fabricación de piensos para la ganadería.
Esto significa que están entrando todos los años en la cadena alimentaria de los ciudadanos de la UE unos 20 millones de toneladas de transgénicos sin que los consumidores sean informados de ello.?Con la legislación actual, la única opción que tienen los consumidores es comer alimentos producidos a partir de transgénicos?, ha recordado Juan-Felipe Carrasco. ?Es fundamental retirar los OMG de la cadena alimentaria en Europa pues suponen una grave amenaza para la biodiversidad y la salud?.
NOTAS:Greenpeace ha entregado las firmas al Comisario Mr Kyprianou a las 11.45 en la esquina VIP de la sala de prensa de la Comisión. A partir de las 11.30 se realizará una actividad a la salida del Berlaymont.1. Según el artículo I-47(4) de la propuesta de Tratado Constitucional de la UE: " Un grupo de al menos un millón de ciudadanos de la Unión, que sean nacionales de un número significativo de Estados miembros, podrá tomar la iniciativa de invitar a la Comisión, en el marco de sus atribuciones, a que presente una propuesta adecuada sobre cuestiones que estos ciudadanos estimen que requiere un acto jurídico de la Unión para los fines de la aplicación de la Constitución...?.
27 enero 2007
Pesticidas hasta en la placenta
Investigadores andaluces detectan pesticidas en el tejido placentario de mujeres del sur de España y los asocian a malformaciones urogenitales en los bebés
DAVID SEGARRA - Barcelona - 23/01/2007
Los agricultores echan pesticidas a las verduras. La gente los ingiere con la comida. Y los científicos van siguiendo su rastro en los más insólitos compartimentos del cuerpo humano. Recientemente, un equipo del Hospital Universitario San Cecilio, en Granada, ha analizado el contenido de 150 placentas de mujeres que han dado a luz y que viven en el sur de España, una zona que contiene la mayor concentración de invernaderos agrícolas de Europa, según destacan los autores. Los resultados obtenidos indican que cada placenta contiene al menos ocho tipos de pesticidas diferentes.
DAVID SEGARRA - Barcelona - 23/01/2007
Los agricultores echan pesticidas a las verduras. La gente los ingiere con la comida. Y los científicos van siguiendo su rastro en los más insólitos compartimentos del cuerpo humano. Recientemente, un equipo del Hospital Universitario San Cecilio, en Granada, ha analizado el contenido de 150 placentas de mujeres que han dado a luz y que viven en el sur de España, una zona que contiene la mayor concentración de invernaderos agrícolas de Europa, según destacan los autores. Los resultados obtenidos indican que cada placenta contiene al menos ocho tipos de pesticidas diferentes.
Se encontraron trazas de endosulfandiol y de lindano en más del 75% de las muestras. La exposición fetal a sustancias químicas ocasiona daños en el cerebro en desarrollo.
El más frecuente es un metabolito del DDT, el p,p-DDE, que está presente en el 96% de las placentas analizadas. Se trata de algo sorprendente, al menos en apariencia, ya que hace décadas que el uso del DDT está prohibido en España.
Otros pesticidas muy frecuentes son el endosulfan-diol y el lindano, presentes respectivamente en el 77% y el 74% de las muestras.
Los autores del estudio han podido establecer diversos efectos de la exposición prenatal a los plaguicidas organoclorados. En primer lugar, la presencia de mayor cantidad de pesticidas está asociada a un menor peso del bebé en el nacimiento, según el artículo publicado en la revista inglesa Placenta el pasado mes de noviembre. Por otra parte, "las madres cuyas placentas presentan una mayor actividad biológica debido al efecto combinado de los pesticidas contaminantes -el llamado efecto cóctel- tienen mayor riesgo de dar a luz hijos que presentan anomalías en el desarrollo del testículo (criptorquidia) o del pene (hipospadias)", según detalla Nicolás Olea, responsable del estudio. Este segundo resultado será publicado próximamente en la revista Environmental Health Perspectives.
Estos son algunos de los efectos de los pesticidas en la salud infantil, pero hay muchos más. Según un reciente informe publicado en la revista The Lancet, la exposición fetal a productos químicos ocasiona daños en el cerebro en desarrollo y puede producir diversos desórdenes neurológicos, entre ellos, retraso mental.
El informe incluye una larga lista de evidencias de los efectos adversos que los pesticidas tienen sobre la salud infantil. Algunos de los trastornos citados más veces en la literatura internacional son problemas en la memoria y en la coordinación, menor velocidad de respuesta y dificultades en la atención de los niños. Se trata de problemas que han podido ser documentados en multitud de lugares, desde las comunidades agrícolas de Estados Unidos a niños ecuatorianos cuyas madres trabajan en invernaderos.
Los científicos granadinos han podido determinar también que las mayores concentraciones del pesticida endosulfán en la placenta se dan en mujeres de mayor índice de masa corporal.
En opinión de Nicolás Olea, responsable del estudio, "la demostración de la presencia de endosulfán en placenta es de gran interés, ya que durante los últimos años se está procediendo a la prohibición del uso de este insecticida en muchos países europeos debido a su toxicidad y bioacumulación. Desgraciadamente, en España ese proceso de restricción se está dilatando mucho en el tiempo". El resultado es que aquí se sigue usando un producto que está siendo eliminado en los países de nuestro entorno.
Pero no solamente las mujeres se ven afectadas por la exposición a los pesticidas. Otro estudio, también desarrollado en la Universidad de Granada, acaba de ser publicado en la revista Environmental Research bajo el título 'Exposición de hombres jóvenes a pesticidas organoclorados en el sur de España'. En esta ocasión se ha analizado la sangre de 220 hombres y se han encontrado diversos compuestos, como metabolitos del DDT y endosulfán en la mayoría de ellos. Muchos de estos compuestos tienen actividad estrogénica y antiandrogénica.
¿Qué efectos puede tener esto sobre la salud? Los expertos aseguran que es difícil predecirlo, sobre todo cuando se tiene en cuenta que la información disponible está limitada al estudio toxicológico individual de cada compuesto químico. "La pregunta que todos nos hacemos es: ¿cuál es el efecto combinado de múltiples compuestos actuando a través de mecanismos comunes? Tan sólo el seguimiento de estos individuos nos puede proporcionar la información requerida", asegura Olea. Según este autor, la reciente constitución del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Epidemiología por el Instituto de Salud Carlos III puede ser de gran ayuda al unir la experiencia de profesionales con conocimientos muy diversos.
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