9 de septiembre de 2008
Lo ha dicho el presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), Rajendra Pachauri, y lo ha publicado el periódico británico The Observer. Pachauri, Premio Nobel de la Paz en 2007, recomienda en la entrevista publicada por The Observer «renunciar a la carne durante un día a la semana, inicialmente, y después ir reduciendo a partir de ahí».
La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas, FAO, estima que la producción de carne es responsable de casi una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Ese volumen de emisiones es más elevado incluso que el derivado del transporte (FAO, 2006). Además, la agencia alimentaria calcula que a mediados de siglo el consumo de carne se habrá duplicado.
La mayor parte de las emisiones que genera el proceso de producción de carne es debida a la fermentación en el pre-estómago (rumen) de los rumiantes y por el almacenamiento de abonos orgánicos (estiércoles líquido y sólido). El metano se genera durante el proceso de digestión en los pre-estómagos de los rumiantes por la acción de microbios (protozoos), que apoyan la digestión de carbohidratos y celulosa.
En este proceso se producen ácidos grasos volátiles y gases y estos son expulsados cada uno o dos minutos por la nariz y la boca durante el eructo. Una molécula de metano (CH4) equivale a 21 moléculas de CO2, según el IPCC de 1995, que es el empleado por los países que ratificaron el Protocolo de Kioto.
Calentamiento global y lluvia ácida
Pues bien, dicho lo dicho, Pachauri declaró al rotativo británico The Observer, que reducir el consumo de carne puede contribuir a la lucha contra el calentamiento global porque la crianza de ganado provoca emisiones directas de gases de efecto invernadero, y asimismo, indirectamente, deforestación (para creación de pastos) y otros problemas ambientales, como la emisión de amoniaco (la ganadería es responsable del 64% de las emisiones antropogénicas mundiales de amoniaco, que de una manera significativa contribuyen a la acidez del ecosistema).
Pachauri, que es vegetariano y acaba de ser reelegido como presidente del IPCC de la ONU para un segundo mandato de seis años, no es sin embargo el único científico de alto nivel que hace declaraciones en ese sentido. Hace unos meses, el economista norteamericano Jeremy Rifkin, que fuera asesor de Bill Clinton y autor en los noventa de un ensayo –"Beyond the beef" (Más allá de la carne)– en el que ya adelantara estas teorías, contestaba en similares términos en una entrevista concedida al diario El País.
Rifkin aseguraba allí que “la industria de la carne es la segunda causa del calentamiento del planeta. Siempre se habla del efecto de la construcción de edificios y del consumo que hacemos en ellos. Por supuesto, se habla del transporte, pero nunca se habla de la industria de la carne. Pues bien: el consumo en edificios es la primera causa; la industria de la carne, la segunda, y el transporte, la tercera”.
Las vacas de Canarias
Según el informe “Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España (1990-2007)” (CCOO y José Santamarta), en 1990, año base, se emitieron en España un total de 28 millones de toneladas de metano en unidades de CO2 equivalente, mientras que en 2007 se llegó a 37,5 millones de toneladas en unidades de CO2 equivalente, con un aumento del 33,7%. El metano representó en 2007 el 8,5% de las emisiones brutas de los seis gases de invernadero.
Más datos. Precisamente en estas fechas se han publicado los resultados de una investigación llevada a cabo por el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Tenerife (ITER), sobre las emisiones de contaminantes atmosféricos procedentes de diversas fuentes antropogénicas –centrales termoeléctricas, refinería, vertederos, depuradoras, tráfico de vehículos por carretera, etcétera– existentes en Tenerife.
Pues bien, estos trabajos han arrojado como conclusión que la cabaña tinerfeña, con un censo de unas 6.000 cabezas de ganado vacuno, podría emitir anualmente a la atmósfera del orden de las 13.245 toneladas de dióxido de carbono (CO2), 260 toneladas de metano (CH4), 5 toneladas de amoniaco (NH3) y 0,052 toneladas de compuestos orgánicos volátiles (COVs) no metanizados.
Según el ITER, la proyección de estos resultados a toda la cabaña de Canarias implicaría que la tasa de emisión anual de estos gases a la atmósfera por el ganado vacuno del archipiélago, con unas 20.500 cabezas de ganado, sería del orden de las 45.254 toneladas de dióxido de carbono (CO2), 890 toneladas de metano (CH4), 16 toneladas de amoniaco (NH3) y 0,177 toneladas de compuestos orgánicos volátiles (COVs) no metanizados.
Más información:
www.iter.es
www.ccoo.es
Lo ha dicho el presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), Rajendra Pachauri, y lo ha publicado el periódico británico The Observer. Pachauri, Premio Nobel de la Paz en 2007, recomienda en la entrevista publicada por The Observer «renunciar a la carne durante un día a la semana, inicialmente, y después ir reduciendo a partir de ahí».
La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas, FAO, estima que la producción de carne es responsable de casi una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Ese volumen de emisiones es más elevado incluso que el derivado del transporte (FAO, 2006). Además, la agencia alimentaria calcula que a mediados de siglo el consumo de carne se habrá duplicado.
La mayor parte de las emisiones que genera el proceso de producción de carne es debida a la fermentación en el pre-estómago (rumen) de los rumiantes y por el almacenamiento de abonos orgánicos (estiércoles líquido y sólido). El metano se genera durante el proceso de digestión en los pre-estómagos de los rumiantes por la acción de microbios (protozoos), que apoyan la digestión de carbohidratos y celulosa.
En este proceso se producen ácidos grasos volátiles y gases y estos son expulsados cada uno o dos minutos por la nariz y la boca durante el eructo. Una molécula de metano (CH4) equivale a 21 moléculas de CO2, según el IPCC de 1995, que es el empleado por los países que ratificaron el Protocolo de Kioto.
Calentamiento global y lluvia ácida
Pues bien, dicho lo dicho, Pachauri declaró al rotativo británico The Observer, que reducir el consumo de carne puede contribuir a la lucha contra el calentamiento global porque la crianza de ganado provoca emisiones directas de gases de efecto invernadero, y asimismo, indirectamente, deforestación (para creación de pastos) y otros problemas ambientales, como la emisión de amoniaco (la ganadería es responsable del 64% de las emisiones antropogénicas mundiales de amoniaco, que de una manera significativa contribuyen a la acidez del ecosistema).
Pachauri, que es vegetariano y acaba de ser reelegido como presidente del IPCC de la ONU para un segundo mandato de seis años, no es sin embargo el único científico de alto nivel que hace declaraciones en ese sentido. Hace unos meses, el economista norteamericano Jeremy Rifkin, que fuera asesor de Bill Clinton y autor en los noventa de un ensayo –"Beyond the beef" (Más allá de la carne)– en el que ya adelantara estas teorías, contestaba en similares términos en una entrevista concedida al diario El País.
Rifkin aseguraba allí que “la industria de la carne es la segunda causa del calentamiento del planeta. Siempre se habla del efecto de la construcción de edificios y del consumo que hacemos en ellos. Por supuesto, se habla del transporte, pero nunca se habla de la industria de la carne. Pues bien: el consumo en edificios es la primera causa; la industria de la carne, la segunda, y el transporte, la tercera”.
Las vacas de Canarias
Según el informe “Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España (1990-2007)” (CCOO y José Santamarta), en 1990, año base, se emitieron en España un total de 28 millones de toneladas de metano en unidades de CO2 equivalente, mientras que en 2007 se llegó a 37,5 millones de toneladas en unidades de CO2 equivalente, con un aumento del 33,7%. El metano representó en 2007 el 8,5% de las emisiones brutas de los seis gases de invernadero.
Más datos. Precisamente en estas fechas se han publicado los resultados de una investigación llevada a cabo por el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Tenerife (ITER), sobre las emisiones de contaminantes atmosféricos procedentes de diversas fuentes antropogénicas –centrales termoeléctricas, refinería, vertederos, depuradoras, tráfico de vehículos por carretera, etcétera– existentes en Tenerife.
Pues bien, estos trabajos han arrojado como conclusión que la cabaña tinerfeña, con un censo de unas 6.000 cabezas de ganado vacuno, podría emitir anualmente a la atmósfera del orden de las 13.245 toneladas de dióxido de carbono (CO2), 260 toneladas de metano (CH4), 5 toneladas de amoniaco (NH3) y 0,052 toneladas de compuestos orgánicos volátiles (COVs) no metanizados.
Según el ITER, la proyección de estos resultados a toda la cabaña de Canarias implicaría que la tasa de emisión anual de estos gases a la atmósfera por el ganado vacuno del archipiélago, con unas 20.500 cabezas de ganado, sería del orden de las 45.254 toneladas de dióxido de carbono (CO2), 890 toneladas de metano (CH4), 16 toneladas de amoniaco (NH3) y 0,177 toneladas de compuestos orgánicos volátiles (COVs) no metanizados.
Más información:
www.iter.es
www.ccoo.es
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