27 enero 2007

Pesticidas hasta en la placenta

Investigadores andaluces detectan pesticidas en el tejido placentario de mujeres del sur de España y los asocian a malformaciones urogenitales en los bebés
DAVID SEGARRA - Barcelona - 23/01/2007


Los agricultores echan pesticidas a las verduras. La gente los ingiere con la comida. Y los científicos van siguiendo su rastro en los más insólitos compartimentos del cuerpo humano. Recientemente, un equipo del Hospital Universitario San Cecilio, en Granada, ha analizado el contenido de 150 placentas de mujeres que han dado a luz y que viven en el sur de España, una zona que contiene la mayor concentración de invernaderos agrícolas de Europa, según destacan los autores. Los resultados obtenidos indican que cada placenta contiene al menos ocho tipos de pesticidas diferentes.

Se encontraron trazas de endosulfandiol y de lindano en más del 75% de las muestras. La exposición fetal a sustancias químicas ocasiona daños en el cerebro en desarrollo.
El más frecuente es un metabolito del DDT, el p,p-DDE, que está presente en el 96% de las placentas analizadas. Se trata de algo sorprendente, al menos en apariencia, ya que hace décadas que el uso del DDT está prohibido en España.
Otros pesticidas muy frecuentes son el endosulfan-diol y el lindano, presentes respectivamente en el 77% y el 74% de las muestras.

Los autores del estudio han podido establecer diversos efectos de la exposición prenatal a los plaguicidas organoclorados. En primer lugar, la presencia de mayor cantidad de pesticidas está asociada a un menor peso del bebé en el nacimiento, según el artículo publicado en la revista inglesa Placenta el pasado mes de noviembre. Por otra parte, "las madres cuyas placentas presentan una mayor actividad biológica debido al efecto combinado de los pesticidas contaminantes -el llamado efecto cóctel- tienen mayor riesgo de dar a luz hijos que presentan anomalías en el desarrollo del testículo (criptorquidia) o del pene (hipospadias)", según detalla Nicolás Olea, responsable del estudio. Este segundo resultado será publicado próximamente en la revista Environmental Health Perspectives.

Estos son algunos de los efectos de los pesticidas en la salud infantil, pero hay muchos más. Según un reciente informe publicado en la revista The Lancet, la exposición fetal a productos químicos ocasiona daños en el cerebro en desarrollo y puede producir diversos desórdenes neurológicos, entre ellos, retraso mental.

El informe incluye una larga lista de evidencias de los efectos adversos que los pesticidas tienen sobre la salud infantil. Algunos de los trastornos citados más veces en la literatura internacional son problemas en la memoria y en la coordinación, menor velocidad de respuesta y dificultades en la atención de los niños. Se trata de problemas que han podido ser documentados en multitud de lugares, desde las comunidades agrícolas de Estados Unidos a niños ecuatorianos cuyas madres trabajan en invernaderos.

Los científicos granadinos han podido determinar también que las mayores concentraciones del pesticida endosulfán en la placenta se dan en mujeres de mayor índice de masa corporal.

En opinión de Nicolás Olea, responsable del estudio, "la demostración de la presencia de endosulfán en placenta es de gran interés, ya que durante los últimos años se está procediendo a la prohibición del uso de este insecticida en muchos países europeos debido a su toxicidad y bioacumulación. Desgraciadamente, en España ese proceso de restricción se está dilatando mucho en el tiempo". El resultado es que aquí se sigue usando un producto que está siendo eliminado en los países de nuestro entorno.

Pero no solamente las mujeres se ven afectadas por la exposición a los pesticidas. Otro estudio, también desarrollado en la Universidad de Granada, acaba de ser publicado en la revista Environmental Research bajo el título 'Exposición de hombres jóvenes a pesticidas organoclorados en el sur de España'. En esta ocasión se ha analizado la sangre de 220 hombres y se han encontrado diversos compuestos, como metabolitos del DDT y endosulfán en la mayoría de ellos. Muchos de estos compuestos tienen actividad estrogénica y antiandrogénica.

¿Qué efectos puede tener esto sobre la salud? Los expertos aseguran que es difícil predecirlo, sobre todo cuando se tiene en cuenta que la información disponible está limitada al estudio toxicológico individual de cada compuesto químico. "La pregunta que todos nos hacemos es: ¿cuál es el efecto combinado de múltiples compuestos actuando a través de mecanismos comunes? Tan sólo el seguimiento de estos individuos nos puede proporcionar la información requerida", asegura Olea. Según este autor, la reciente constitución del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Epidemiología por el Instituto de Salud Carlos III puede ser de gran ayuda al unir la experiencia de profesionales con conocimientos muy diversos.

20 enero 2007

Ruiz-Gallardón inagura el primer mercado ecológico en Madrid

La alimentación sana tiene ya espacio propio en Madrid en el Mercado Municipal de Las Ventas, que dedica su tercera planta a la exposición, degustación y venta de productos ecológicos certificados y que fue visitada ayer por el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón.
Las Ventas se ha convertido, tras la remodelación, en un espacio único en Europa y en la piedra angular de los mercados madrileños, con tres mil quinientos metros cuadrados dedicados a la formación del consumidor en agricultura y ganadería ecológica , señaló el alcalde.
Ruiz-Gallardón incidió en que la falta de expansión de los productos biológicos se debe a la insuficiente información que recibe el consumidor de los beneficios del consumo ecológico .En esta línea, afirmó que el mercado ecológico de Las Ventas va a permitir resolver la paradoja existente entre la consolidación de la producción ecológica en España, que se sitúa entre los primeros puestos de Europa, y el hecho de que seamos el último de los países de la Unión en el consumo de dichos productos .
El escaso consumo de productos ecológicos se debe fundamentalmente a problemas de precio y de distribución, explicó Ruiz-Gallardón, pero estas dificultades se solucionan en el Mercado de Ventas mediante la mayor transparencia que proporciona la concentración de productos en un espacio único, y la cercanía al consumidor que un mercado municipal garantiza .
El mercado de Las Ventas está originalmente compartimentado, y dotado con un espacio ferial, un supermercado, zona de restaurante y un ámbito de divulgación y educación sobre la sostenibilidad.Estas nuevas dotaciones complementan la oferta tradicional de un mercado eficazmente gestionado por unos comerciantes suyo compromiso ambiental y el nivel de exigencia ha sido ya reconocido con el Premio EMAS de la Unión Europea , apuntó.
El edificio que hoy alberga el mercado de Las Ventas, en el Barrio de la Concepción es, entre los 46 mercados que actualmente prestan servicio en Madrid, el más reciente, ya que se construyó en 1995.Sin embargo una buena parte de sus comerciantes proceden del antiguo mercado de Canillas, fundado en los años cuarenta y un referente durante décadas de la actividad comercial, económica y social de Ciudad Lineal, que cobró aún mas fuerza con su traslado a las instalaciones que hoy visitó el alcalde.
Cuando el Ayuntamiento inició su estudio comprobó la buena situación de este mercado en todos los aspectos: localización, acceso, estado físico, atracción, penetración y posicionamiento comercial y centró su mejora en la integración en el cristalizado de su tercera planta y en la inclusión de las actividades centradas en el producto ecológico.
La mejora del mercado de Ventas se incluye dentro del Plan de Transformación y Modernización de los Mercados de Madrid que está llevando a cabo el Gobierno municipal para revitalizar los mercados de distrito y los centros comerciales de barrio.
Hasta el momento, el Ayuntamiento ha invertido 11,7 millones de euros en la mejora de los mercados en lo que va de legislatura, que junto a la partida que aporta la Comunidad de Madrid y otras entidades suman una inversión total próxima a los 40 millones en los últimos cuatro años.
Seguiremos esforzándonos por poner en valor la transformación de los mercados de Madrid y por afianzar la competitividad de nuestro comercio de proximidad, un sector con muchas ganas de innovar , indicó Ruiz-Gallardón.

Fuente: Ambientum

17 enero 2007

El 'boom' de las cooperativas de consumo

JOSE F. LEAL. JAIME VILLANUEVA


Es el consumo de alimentos ecológicos exclusivo de burgueses y adinerados? No. Los hay que no quieren o no pueden permitirse los prohibitivos productos con sello ecológico de los supermercados y aún así consiguen llevarse a la boca tomates y lechugas libres de esencias químicas por un precio razonable. A cambio, se organizan en cooperativas de consumo y asumen el trabajo de contactar con los productores y gestionar el reparto entre los miembros del grupo.
Cada vez son más en todo el Estado y están mejor engrasadas. Sus socios buscan comer sano pero consiguen algo más: revitalizan las huertas cercanas a sus ciudades, fomentan el consumo responsable y alimentan una cultura que se perdía, centrada en una mayor conciencia sobre lo que comemos, cómo y cuándo lo hacemos y de dónde viene.
Hablamos de Almocafre, en Córdoba, de La Ortiga en Sevilla, de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid, entre más de un centenar. Muchas de ellas se formaron en los años 90. Como Germinal, nacida en el barrio de Sants de Barcelona en 1993, que fue la primera catalana en constituirse. «Hoy hay más de 40 cooperativas sólo en Cataluña», apunta Ferrán Alejandre, su tesorero. El local de la barriada eminentemente obrera donde cada jueves hacen el reparto contrasta con el del potentado barrio de Sarriá y el del industrial pueblo de Rubí, donde estos años han surgido dos 'sucursales' de la cooperativa. En total, unas 130 unidades de consumo, a las que llaman familias, grupos de amigos, estudiantes y otros vecinos individuales que se agrupan para hacer un pedido semanal de entre 30 y 70 euros de media. Manejan unas 200 referencias, desde productos de huerta de temporada hasta cosméticos y jabón, pasando por el pan, aceite, legumbres o huevos que adquieren directamente a cerca de 30 proveedores. El único producto en el que de vez en cuando hacen ciertas excepciones es el tomate. «Somos catalanes y nos resulta muy difícil prescindir de él», apunta Alejandre.
En esencia, todas funcionan de manera muy similar: personas de un mismo barrio o ciudad forman grupos no muy numerosos organizados en torno a un pequeño local urbano donde reciben los alimentos directamente de los productores. Los miembros se reparten las tareas de comprar y gestionar los pedidos, de mantener el local, la contabilidad y los contactos con otros grupos afines. Pueden ser cooperativas o simples asociaciones. Las más grandes tienen algunos empleados y las hay, incluso, en las que los propios agricultores son socios de la cooperativa y participan en la toma de decisiones.
Consumo local
Creen las cooperativas que un producto no es ecológico si tiene que recorrer cientos de kilómetros hasta formar parte de su nevera. «¿Lo es un kiwi cultivado sin nitratos pero que procede de Nueva Zelanda o de California?», preguntan. El equilibrio es frágil y en cada movimiento se asume que puede darse una cuota de contradicción. Para evitarlas, a la hora de elegir sus proveedores priman, ante todo, la cercanía, el número de manos que 'tocan' cada artículo -cuantas menos, mejor- y la coherencia entre la explotación ecológica y las condiciones laborales de los trabajadores.
Aunque cada vez más agricultores se animan a plantar ecológico, es fácil que, cuando cogen cierto tamaño, el proceso de producción se aleje del original. Lo mismo sucede con las propias cooperativas, cuyo modelo asambleario a veces les sumerge en largos procesos de debate interno.
Por otro lado, son partidarias de la producción artesana y local, más que de los sellos certificadores. Según Carmen Casas, miembro de la cooperativa Almocafre del barrio cordobés de Vista Alegre, «el aval del CAE -el organismo regulador de los productos ecológicos- no siempre tiene el mismo sentido de lo ecológico que defendemos nosotros. Con nuestros proveedores nos movemos más por una relación de confianza».
Fuera de las grandes moles urbanas como Madrid, el País Vasco y Barcelona, es en Andalucía, el paraíso de la agricultura ecológica, donde más se ha desarrollado el cooperativismo. Desde su creación en 1994 en el entorno de Aedenat y el instituto de Estudios Campesinos de Córdoba, Almocrafe ha disparado su tamaño y modificado su modelo de gestión. Hoy dispone de un local de 110 metros cuadrados en el que trabajan tres personas y vende al público más de 1.200 referencias. En temporada, las cebollas pueden encontrarse aquí a 0,90 euros el kilo y los tomates, hasta a 0,87 euros. Incluso en invierno consiguen buenos precios gracias a los microclimas de diferentes zonas cercanas. «Aquí se producen pimientos rojos todo el año», asegura Carmen.
Los 210 socios pagan cada año 37 euros y a cambio obtienen descuentos del 5%. Almocrafe se surte tanto de los pequeños productores periurbanos como de grandes proveedores como Gumendi o Ecomediterránea. «Aplicamos márgenes de hasta un 20% sólo para mantenimiento. Si hay beneficios, se reinvierten, y si hay excedentes de producto, se intercambian con otras cooperativas como La Ortiga de Sevilla», añade Carmen. El grupo colabora con las instituciones locales por medio de charlas en colegios, la creación de un banco de semillas y en ferias.
Pero no todas las cooperativas han logrado aún este desarrollo. En Cartagena, entre campos de golf e invernaderos nació hace un año la asociación Ecomur. Las 50 familias que la forman se encuentran con la paradoja de comprobar cómo miles de toneladas de frutas y hortalizas con el sello ecológico salen cada día del puerto de su ciudad en dirección a Alemania, donde triplican su valor. «Apenas trabajamos con tres agricultores locales. Aquí todo se exporta, hace falta más variedad y demanda», señala Ricardo Fresno, uno de los fundadores.
Y es que el tamaño importa a la hora de negociar precios y conseguir el favor de los productores. Los miembros Karakoleka, un grupo de consumo con sede en el centro social La Escalera Karakola de Madrid, de 40 unidades, se abastece principalmente de hortalizas de la comarca de La Vera, Cáceres. Pero para completar la cesta se une a otros ocho grupos de diferentes barrios de la capital en la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid. Juntos negocian, por ejemplo, la compra de leche a un productor cántabro o el aceite a una almazara de Toledo. «Nos gusta tratar con pocos proveedores, pero de confianza», afirma José Miguel Lorenzo, miembro de Karakoleka. «Tenemos cierto grado de tolerancia respecto al aspecto de los alimentos que recibimos. No nos importa si las verduras vienen con algún caracolillo o si la fruta no es perfecta; sabemos que el cultivo ecológico tiene mermas, además de la dependencia de la climatología y del medio».
La formación de grupos de consumo ha favorecido una industria de baja intensidad o de subsistencia en los alrededores de las grandes ciudades, un tejido en ocasiones precario y amenazado por la expansión urbanística. Para las cooperativas, la colaboración de las instituciones es posible si éstas favorecieran los menús ecológicos en los colegios o en residencias para mayores, por ejemplo. Lo ecológico es caro porque es escaso, pero la eliminación de intermediarios y una apuesta oficial decidida abaratarían los precios.
LAS REGLAS DE LA AUTOGESTIÓN
- Comercio justo. La autoorganización y el control del suministro alejan a las cooperativas del ciclo pernicioso del mercado de los alimentos, como la especulación con los precios y la globalización, es decir, recrudecimiento de las desigualdades y explotación de menores y mujeres.
- Cooperación. Una coordinadora de cooperativas de consumo engloba a 27 de los principales colectivos de todo el Estado. Andalucía, Cataluña y Madrid disponen de distintas redes de coordinación propia.
- Buenas prácticas. Los proveedores deben mantener la fertilidad de los suelos a largo plazo, reducir al mínimo el uso de energía fósil en la práctica agraria y proporcionar a los animales domésticos condiciones de vida dignas.
- Mercado. España es uno de los principales productores de alimentos ecológicos, pero la gran mayoría se exporta a países como Alemania o el Reino Unido donde triplican su valor.
- Concienciación. Asumen una labor de reeducación y difusión del consumo responsable, así como otros trabajos de barrio, bien mediante charlas en asociaciones de vecinos o colegios, como mediante actividades lúdicas o proyectos, como el banco de semillas.
- Contactar. La web de La Ortiga, 'www.laortiga.com', la cooperativa más antigua de Andalucía, y de la cordobesa Almocafre, 'www.almocafre.com', permiten ampliar información sobre los grupos de consumo ecológico. En Madrid, la tienda asociativa Asaltodemata ('www.asaltodemata.org') forma parte de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid. En Barcelona se puede contactar con la cooperativa germinal en: 'www.coopgerminal.org'.

El precio en origen del pimiento casi se ha triplicado desde la detección de partidas con plaguicida


La causa está en la caída de la oferta debido a que hay que certificar que la producción está 'limpia'

EUROPA PRESS ELMUNDO.ES

ALMERÍA.- El precio en origen del pimiento de la variedad california que se exporta desde Almería a los países de la Unión Europea casi se ha triplicado desde que el pasado 28 de diciembre el Gobierno alemán detectase partidas de este producto con plaguicida no autorizado.
Hace tres semanas el precio en las alhóndigas -centro donde se realizan las subastas- no superaba los 40 céntimos de euro por kilo, mientras que el lunes el precio se situó por encima de un euro por kilo, informó el secretario del sindicato agrario COAG en Almería, Andrés Góngora.
La causa de este espectacular incremento está en el descenso de la oferta de pimientos desde que se produjo la alarma el pasado mes de diciembre.
Varios empresarios del campo almeriense han explicado a elmundo.es que los centros exportadores aceptan sólo la producción de aquellos agricultores que tienen documentos que demuestran que los análisis realizados en sus fincas han sido negativos -sin plaguicidas-.
El problema está en que existen muy pocos centros de análisis en Almería y no dan abasto, con lo que muchos agricultores no pueden acreditar si su producción tiene plaguicidas o no.
En las tiendas no sube tanto
Los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) reflejan un incremento del 40% en el precio del pimiento verde en origen entre la última semana de 2006 y la primera de 2007.
Así del 25 al 29 de diciembre el kilo de este producto se vendió a 0,71 céntimos de euro, mientras que en la semana del 2 al 5 de enero se estableció en un euro.
Sin embargo, el precio del pimiento california en las tiendas no ha reflejado aún estos incrementos y ha experimentado una subida de alrededor del 2%.
Desde Coexphal -Asociación de Empresas Comercializadoras y Exportadoras de Almería- explicaron que el que el precio en destino no refleje el incremento del precio en origen, se debe a los acuerdos comerciales entre exportadoras y cadenas de distribución europeas que pactan precios al inicio de la campaña agrícola. Estos acuerdos se revisan con una periodicidad que va desde los 15 días al trimestre.